Muxía es un pequeño pueblo costero de Galicia, situado en la provincia de A Coruña, en la Costa da Morte, cercana al cabo Finisterre. El litoral en el que se encuentra posee una belleza inigualable, formado por hermosas playas y extensos acantilados.

 Cuando en el año 2002 tuvo lugar en las costas gallegas el naufragio del petrolero Prestige, Muxía fue una de las localidades que más sufrió las consecuencias del vertido de fueloil al mar. Por este motivo, entre las rocas de la costa se levanta un monumento dedicado a los voluntarios que acudieron a la zona a ayudar en la limpieza de los residuos vertidos por el naufragio.

Cercano a este monumento, se encuentra el Santuario de Nosa Señora da Barca, el cual guarda en su interior un retablo mayor barroco de gran calidad y una imagen de la virgen perteneciente al siglo XIV. Según la leyenda, la Virgen se le apareció al apóstol Santiago en este lugar llegando a bordo de una barca de piedra, pidiéndole que abandonara la predicación en estas tierras y fuera de vuelta a Jerusalén.

Dos enormes rocas existentes en la zona son las que han guardado la leyenda a lo largo del tiempo y se han hecho famosas en toda la provincia. 

 La piedra de Abalar: Simbolizaría el casco de la barca en la que llegó la Virgen. Por su posición se puede mover y oscilar un poco, por esta razón muchos visitantes se suben sobre ella para moverla, pero según la tradición sólo podrán balancearla los limpios de corazón. 

La piedra dos Cadrís: Simboliza la vela de la embarcación. Se le atribuyen propiedades curativas para las dolencias de espalda y reuma, pero se dice que para que estas dolencias se curen es necesario pasar por debajo de la piedra nueve veces.