En plena zona fronteriza entre Andalucía, concretamente Jaén, y Castilla la Mancha, el Parque Natural de Despeñaperros se ha convertido en un paso obligado e histórico para miles de viajeros que deciden salir de una región a otra. Se trata de un desfiladero de paredes muy abruptas, con desniveles que llegan a los 500 metros, y por el cual pasa la autovía A-4.

Se trata de un paso natural fronterizo por donde todo el mundo contempla a través de la ventanilla de su automóvil la belleza paisajística que brinda, sin poder aún así disfrutar de los diversos rincones con los que cuenta este milenario parque.


Algunos de estos rincones especiales por descubrir pueden ser el mismo Río Guarrizas, el cual se ha encargado de ir excavando este desfiladero con el paso de los años, y que discurre unos 11 km, formando a su paso la hermosa cascada de Cimbarra, rodeada esta de un hermoso paraje natural.
También merecen ser comentadas las cuevas del entorno, que se presentan como grandes ejemplos de pinturas rupestres neolíticas de la Península, prueba del valor estratégico que ha tenido el territorio a lo largo de la historia, como paso obligado de civilizaciones. Las más famosas serían la Cueva de los Muñecos y las Cuevas de las Vacas del Rematoso.

Mención aparte merecen los famosos “órganos de Despeñaperros”, que son formaciones rocosas de cuarcita que se extienden por todo el desfiladero en forma de los tubos de órganos de una catedral.