Situado entre las provincias de Zaragoza y Huesca, el desierto de los Monegros representa un ecosistema único en Europa. Su paisaje y su clima, más propio de zonas de estepas orientales forman un enorme complejo de extrema riqueza biológica. Poblado de cerros y llanuras, así como de pequeños ríos y balsas de agua salada, que se forman cuando el agua de la lluvia entra en contacto con los minerales propios del suelo de la zona, se le ha declarado como área protegida.

La comarca/desierto de Los Monegros tiene como capital Sariñena, recostada en una importante laguna donde acuden varias especies de aves migratorias. El clima puede considerarse como continental árido, caracterizándose por temperaturas anuales extremas (de -10ºC a más de 40ºC). Estas son las señas de identidad de un territorio con apariencia variable según la época del año en que lo visitemos; así, mientras en primavera las grandes extensiones cultivadas ofrecen a nuestra vista el aspecto de una interminable pradera salpicada de amapolas, en verano en muchos de sus rincones se puede observar un paisaje completamente desértico.