El turismo ha demostrado su capacidad de adaptación a los tiempos y a los diferentes espacios y entornos en los que se le necesita. En un mundo donde la ecología y los bajos precios parecen haberse separado para todos, el hotel I-Sleep intenta romper los tópicos que defienden que el turismo sostenible debe ser caro para ser rentable.

Situado a las afueras de la ciudad de Zaragoza, el hotel ha sido fabricado sólo y exclusivamente con materiales reutilizables, evitándose en todo su proceso de construcción, la utilización de materiales nocivos para el medio ambiente. Por ejemplo, se ha prescindido del uso de PVC, el cual se ha sustituido por materiales de construcción ecológicos derivados de sustancias residuales y reciclables. Además, la novedosa tecnología de prefabricación modular ha permitido llevar a cabo el proyecto en un tiempo record (4 meses), reduciendo el impacto medioambiental de la maquinaria necesaria para la construcción.

El edificio incorpora diversos sistemas que reducen el consumo energético de forma natural. La utilización de captores solares, lamas parasol en las ventanas, iluminación de bajo consumo, así como galerías subterráneas para refrescar el aire, hacen que el visitante pueda disfrutar de una estancia agradable generando el menor impacto energético posible gracias a la propia estructura del hotel.

Pero los dos aspectos más sorprendentes del hotel son otros.  Por un lado su versatilidad y movilidad, ya que su estructura está pensada para poder ser trasladado y ubicado en otra zona diferente de la geografía española. Y en segundo lugar su precio, ya que el bajo coste es su principal exponente comercial, ofreciendo habitaciones desde 40 € la noche. 

Como curiosidad, el hotel no posee recepción, es una máquina la que se encarga de facilitarle al viajero su tarjeta para acceder a la habitación.