Hay rincones por todo el mundo que no pueden dejar de sorprendernos. Un claro ejemplo son estos pueblos, en los que casas y barrios enteros han sido construidos bajo tierra. A pesar de estar excavados en lugares totalmente alejados unos de otros, la finalidad de sus construcciones ha sido siempre la misma, poder conservar el agua y los alimentos, y servir de refugio a sus habitantes. Ahora, se han convertido en atracciones turísticas de primer nivel para todos los que se acercan hasta ellos, ya que en su mayoría son vestigios de gran riqueza histórica que merecen ser protegidos y dados a conocer.

Situado en una de las zonas más inhóspitas del planeta , aquí sus habitantes se las ingenian para vivir con 48º C de temperatura. Las chimeneas de ventilación de las casas asoman sobre la arena. Excavadas bajo tierra se encuentran tiendas e incluso iglesias.

Kish, Irán.

Se trata de un yacimiento arqueológico de gran importancia formado por una estructura subterránea para preservar el agua que tiene más de 2.000 años de antigüedad. La ciudad, estaba abandonada, pero fue redescubierta en el año 1999, para ser restaurada y abierta al turismo.

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En España también contamos con un ejemplo de estas edificaciones. En la localidad granadina de Guadix se encuentra uno de los asentamientos humanos más antiguos de la Península. Las chimeneas asoman sobre la tierra formando un bosque de blancas construcciones. Se trata de uno de los principales atractivos turísticos de los pueblos de Granada.